Quien

 “Quien pudiera 

Vivir entre los dos 

Primero amaré el mundo 

Y luego amaré a Dios”

Rosalía de España. Lux. 2025 

No me encuentro bien. No me encuentro. No me. No. 

Tengo mis momentos de autocomplacencia. Deseo servir, deseo. 

Pasan los días y no pasa nada. No pasa. 

Tengo mis momentos de felicidad. Veo sus ojos, me miran como si fuera su mundo entero. Le voy a sujetar y arropar como si fuera toda la galaxia. MACA.ESTRELLA.VIDA. 

Tengo mis momentos de lamerme las heridas. Quiero quejarme mucho y que alguien me arrope y me mire fijamente esperando mi próximo deseo. Y acaso ¿no se merece una, un bolso de fuente ovejuna? 

Tengo mis momentos de lucidez, me sorprendo a mi misma cuando analizo en perspectiva mi momento actual, lo que puede estirar un chicle, lo que puede relativizar una cabecita. 

No me encuentro bien. Pienso que hacer. 

Pienso en mi padre que no puede ya tener estas diatribas. 

¿Que haría el? 

Quiero imposible, o me quiero imposible. 

En días como hoy no es bueno pensar más allá ¿verdad? Pero, precisamente en días como hoy, algo ahí dentro te pide más, te pide lo que quiere de verdad. 

No necesitas a nadie, me diría mi padre. 

No necesites a nadie.